miércoles, 22 de mayo de 2013

Visita fugaz a Barcelona 16-19 Mayo

(He leído la siguiente pregunta del test lolita de 31 días... y he decidido dejarlo por absurdo.)

Este fin de semana pasado hice una visita fugaz a Barcelona con motivo de un evento familiar. Compré el billete de ida para un día antes (jueves) , y este tiempo lo exprimí para poder ver a mis más allegados.

En el tren me fuí releyendo Paradise Kiss. Manga que me inspira y anima, aunque ya no lea manga.


Y al abrir mi bolso me dí cuenta que era una explosión de monería (y de kaos). 
Curiosidades sin importancia.



Jueves por la noche llega el tren y cojo el metro (¡Oooooh! El metro, cuanto tiempo)






y me dirigí a casa de Julia a pasar la noche. Mi Julita, única como ella sola, y un encanto de chica. ¡Gracias a tí y tus papás por acogerme en casa!


Como somos grandes amantes de las comidas kalóricas ;P en la cena nos pedimos una de esas pizzas de nutella (siempre la habíamos querido probar). No estaba muy rica (en la foto aparece lo que dejamos) pero es que el restaurante las está haciendo de nuevas, y van probando. 


A la mañana siguiente quedé con mis niñas (porque son mis niñas por lo peques que son ;P) para pasar la mañana y comer con ellas.
Alba y Nuria.
Foto deforme de mientras esperaba

 Sushiiiii sushiiiii sushiiii

Postres
Ese flan de la izquierda, se supone que llevaba chocolate de sake. 
Pero yo no encontré ni el chocolate ni el sake.

¡Foto deforme otra vez!

En Bubble Tea.
Para elegir bebida, si vas de primeras, es un kaos. Yo creo que estuve mirándome la carta 10 o 15 minutos, y seguía sin entenderla. Al final le dije al camarero que quería que mi té supiera a fresa y tuviera bolitas de fresa... que con eso, hiciera lo que quisiera.
El chico tenía un saco de paciencia, y resultado fue muy rico.

¡¡Pero que guapas!!

Le pedimos al camarero paciente que nos atendió, foto de las tres, y se coló éste. 
No lo llamamos camarero, porque no servía. Sólo estaba pegado al móvil y bailando por el local.

¡Pues entonces queremos foto con el camarero simpático que nos atendió!

Y nos hinchamos a tirar fotos porque ninguna salía digna, y... porque es divertido.


Nuria, parece que te metiera la cañita en el ojo. Menos mal que la sombra demuestra que no es así ;P

Típica foto de pies juntos.


¡Mis secuaces!
(llegaron a la conclusión de que parecíamos las malas de la peli).

¡¡¡Guapas!!!

Y Nuria nos hizo esto a Alba y a mí.
Estaba riquísimo

Después a casa de Pablo, donde tenía preparado todo para la merienda como un dios manda... y más.
Este chico siempre sabe emocionarme. Si yo os contara...

Hizo cupcakes de fresa para la ocasión.

¡Y margaritas blancas! Creo que esto lo hizo sin saber que son mi flor favorita.

¡Pablo, deja de hacerme fotos y saluda!

Más tarde vino Nuria (otra Nuria, no la de antes), pero ya no me acordé de hacer foto. Y después me fuí a casa de Tony y Carmen... y tampoco me acordé de fotografiarnos. ¿Estaría ya demasiado colapsada?
Pero me enseñaron un fabuloso programa que hacen en Xplora, acerca de una tienda de rarezas y antigüedades. Y donde aparecía una maravillosa chica llamada Laura Flook, de la que estaban convencidos que me iba a encantar.

¡No te conozco y ya te quiero Laura!

Al día siguiente, desayunando en el hostal, me hizo gracia el nombre de la cafetería.
"El racó del Sastre"
(El rincón del sastre)
Por lo visto, el hostal había sido una sastrería, y en honor a ello, la cafetería estaba decorada con fotos de máquinas de coser antiguas.

En el metro con mi hermano, poniendo cara de Creeper 
(o algo así, unos bichos verdes pixelados que le gustan)

Almorzamos con una parte de la familia.
Aquí Marta y la preciosa de Claudia (bebé). La foto no le hace justicia. 
(Por cierto... por las mañanas tenía la cara hinchada, como le pasa a la gente del norte cuando va a Barcelona)

Luego en el evento familiar que os decía (una comida en un restaurante perdido por ahí) encontré como decoración una SINGER antigua plegada. Busqué al dueño y le pedí permiso para abrirla y fotografiarme con ella.

Aquí aparezco, "toda natural", haciendo como que coso una servilleta, jajaja. 
Idea de una de las invitadas.
"Convertiré esta servilleta en un precioso bonnet con manchas de tomate y fideuà"

La máquina funcionaba de verdad y era preciosa.

En uno de sus cajoncitos encontré las instrucciones, el recibo del día que se compró, y el de una reparación que se le hizo. 
¡¡Fue comprada en 1921 en Buenos Aires!!

Y un pata oxidada.



Por la noche, de vuelta de la comida, me escapé para ver a Bea (antigua compañera de Barbie Store) una media horita o algo más.
Y me acordé de hacernos foto ya volviendo a casa en el metro.
(Que guapa estás, y se te ve aun más guapa en contraste con mi cara de cansada, jejeje).
(Después de ver todas estas fotos, volví a Vitoria decidida a cortarme el flequillo otra vez.)


A la mañana siguiente volví a Vitoria. 
Que viaje tan atropellado, pero que disfrutado.
Así sí me gusta Barcelona: de visita.



Próximo viaje a Barcelona... de estrangis con mi chico, y sin avisar a nadie ;P